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sábado, 24 de diciembre de 2011

Que más duele que juegen con el que fué jugador.

Queremos lo mejor, y siempre lo estamos buscando…Queremos los mejores momentos, el mejor amor, las mejores amistades, y eso está bien, es bueno porque nos lleva a progresar en la vida.
Pero no es bueno desear lo que no tenemos cuando ello nos lleva a no poder conseguir el sueño y a no apreciar las cosas que sí tenemos. Si nos damos cuenta, es muy fácil que se nos esté pasando la mitad de nuestras vidas buscando soluciones donde no las hay, personas que no son para nosotros, amores que no nos convienen y poco a poco nos vamos achicando como personas porque sentimos que nada es para nosotros, que siempre vamos detrás del arco iris queriendo buscar los tesoros que no existen. No dejes que los años y la vida se te vayan mientras añoras todo lo que no tienes y deseas tener, no malgastes el tiempo intentando tener lo que no es para ti y mucho menos amargándote por no haberlo logrado todavía.
Hay que tener sueños, pero deben ser sueños y metas que estén a nuestro alcance. No hay que tener expectativas irrealistas. Hay que luchar por lo que se desea, pero no hasta el punto de despreciar lo que ahora tenemos por compararlo con lo que soñamos tener algún día. Debemos aprender a ser felices con lo mucho y lo poco que tenemos. Aunque te cueste creerlo, a veces las cosas más pequeñas son las cosas que más valor tienen en nuestras vidas. Tener sueños y metas nos hace muy bien, luchar por aquello que se desea es muy loable, pero no nos desgastemos por lo que no tenemos o por aquello a lo que no le hemos encontrado soluciones. Puede que pases en vela demasiadas noches de tu vida, noches que pasas sin dormir, pensando en cómo arreglar las cosas que aún tienes pendientes, cosas que sabes que no tienen una solución a tu alcance. Si es así reconócelo, son cosas que no puedes solucionar o cambiar, déjalo, mejor piensa en otras cosas.
En nuestra vida, como en todas las cosas, tenemos limites, no podemos tenerlo todo. Muchas veces podemos ser felices, pero por no estar con la persona que queremos, no lo estamos. En la vida todo tiene un porqué, nos enfrentamos a paredes impenetrables e impedimentos que no son justos pero que están ahí. Pero no por ello debemos ser personas tristes, hay que saber qué cosas son para una y lo demás dejarlo partir. No dejes que una nube te tape la luz del día, simplemente acepta que hay cosas que no tienen solución y cosas que no podrás cambiar o tener. Por tu propio bien, deja esas cosas de lado y disfruta de lo mucho o lo poco que tengas. Será mejor, merece la pena vivir feliz así. Piensa que hay otras alternativas para nuestras vidas, cosas que siempre vienen bien, centrémonos más en las cosas que poseemos y en ser más agradecidos. Evitemos pasarnos el día pensando en las carencias que hay. En este mundo hay personas que darían todo por tener una pequeña parte de lo que tenemos, mientras tanto nos rallamos deseando lo que tienen los demás. Deja esos malos pensamientos y empieza a ser feliz con todo lo que tienes, valoremos y disfrutemos de lo que hoy existe. Vivamos la vida bien, porque a pesar de las frustraciones siempre nos quedará la esperanza de que algún día podamos lograr lo que tanto echamos de menos, las cosas tienen soluciones, pero hay que ser pacientes. Y si vemos que pese a todo esfuerzo que hagamos hay cosas que no logramos y por los que no podemos hacer nada, no vale la pena vivir triste, mejor dejemos esos sueños inalcanzables y vivamos el momento, como diríamos en latín: CARPE DIEM, porque podemos ser felices sin tenerlo todo. 

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